En el mundo existen alrededor de 7.000 millones de personas,
cada una de ellas con sus características y particularidades intrínsecas, con
pensamientos y sentimientos propios. No hay una persona igual a otra. Por
tanto, sería lógico pensar que, dada la diversidad de población que existe, si
no estuviéramos dotados de una serie de habilidades que nos capacitan para
relacionarnos con los demás, dominaría el caos en nuestra sociedad.
La Organización Mundial de la Salud (OMS) en 1999 define las habilidades para la vida o competencias psicosociales como “la habilidad de una persona para enfrentarse exitosamente a las exigencias y desafíos de la vida diaria”.
En un principio, las
Habilidades para la vida se orientaron a la prevención de problemas específicos de salud
pública: retrasar la edad de inicio del consumo de alcohol, tabaco y
cannabis, prevenir conductas sexuales de
alto riesgo, mejorar conductas relacionadas con la salud y la autoestima, promover
el ajuste social positivo, mejorar el desempeño académico y/o prevenir el
rechazo de los iguales. Más tarde, se comprendió que las habilidades
socio-cognitivas y de control de las emociones representan la pieza clave para
el desarrollo humano, por lo que se redirigió su enfoque, proponiendo como
objetivo principal de la aplicación de las mismas la promoción de la salud,
aplicando este punto de vista a diversas situaciones de la vida cotidiana.
10 Habilidades para la Vida
- El autoconocimiento
- La empatía
- La comunicación asertiva
- Las relaciones interpersonales
- La toma de decisiones
- La solución de problemas y conflictos
- El pensamiento creativo
- El pensamiento crítico
- El manejo de emociones y sentimientos
- Y el manejo de las tensiones y el estrés
Es relevante destacar que las Habilidades para la Vida están orientadas
al bienestar humano y social, pudiéndose
aplicar en las acciones y relaciones personales, en la interacción con los
demás y en aquellas acciones en las que creamos que es necesario transformar el
entorno con el fin de que sea favorable para la salud y el bienestar. Por el
contrario, la mala gestión de estas habilidades podría provocar que las
personas presenten dificultades a la hora de gestionar los acontecimientos
vitales que se presentan en su día a día, apareciendo como consecuencia un
importante factor de riesgo para la persona.
Iniciativa internacional
Es relevante destacar que las Habilidades para la Vida están orientadas
al bienestar humano y social, pudiéndose
aplicar en las acciones y relaciones personales, en la interacción con los
demás y en aquellas acciones en las que creamos que es necesario transformar el
entorno con el fin de que sea favorable para la salud y el bienestar. Por el
contrario, la mala gestión de estas habilidades podría provocar que las
personas presenten dificultades a la hora de gestionar los acontecimientos
vitales que se presentan en su día a día, apareciendo como consecuencia un
importante factor de riesgo para la persona.
La iniciativa original de la Organización Mundial de la
Salud de impulsar la educación en Habilidades para la Vida en escuelas y
colegios, surgió del reconocimiento de que, debido a los cambios culturales y en
los estilos de vida, con frecuencia las niñas, niños y jóvenes de hoy no están
suficientemente equipados con las destrezas necesarias para enfrentar los
enormes desafíos y presiones del mundo contemporáneo.
Hacia principios de la década de los noventa, la División de
Salud Mental de la Organización Mundial de la Salud comenzó a difundir los
materiales informativos y educativos diseñados para apoyar y promover
internacionalmente la educación en Habilidades para la Vida en las escuelas y
colegios. La propuesta inicial de la OMS consistió en el grupo de las diez
habilidades mencionadas anteriormente.
El enfoque de educación en habilidades para la vida ha
mostrado su eficacia en el abordaje educativo de contenidos mejorando temas como:
- Desarrollo de la autonomía personal y la inclusión social
- Promoción de comportamientos prosociales
- Fomento de la igualdad entre hombres y mujeres
- Educación afectivo-sexual
- Solución negociada de conflictos de convivencia
- Abuso de drogas
- Afrontamiento de situaciones de violencia
Educación en habilidades para la Vida
La educación en Habilidades para la Vida persigue mejorar la
capacidad para vivir una vida más sana y feliz, intervenir sobre los
determinantes de la salud y el bienestar, y participar de manera activa en la
construcción de sociedades más justas, solidarias y equitativas.
Junto con las destrezas cognitivas básicas necesarias para
leer, escribir y hacer cálculos matemáticos, la educación en Habilidades para
la Vida es un componente central de la calidad de la educación y del
aprendizaje a lo largo de la vida. Declaraciones internacionales relacionadas
con la promoción de la salud y la política educativa confirman su importancia, animando a los países a
comprometerse con este enfoque.
Ámbitos de aplicación
Desde que en 1993 la Organización Mundial de la Salud (OMS)
lanzara su Iniciativa Internacional proponiendo incluir la enseñanza de
Habilidades para la Vida en la educación formal, se ha convertido en un campo
prometedor de investigación y práctica, con amplia difusión en distintas
regiones del mundo.
El enfoque de Habilidades para la Vida realiza sus
aportaciones en ámbitos como:
-
Promoción de la salud.
-
Inclusión social.
-
Promoción de la convivencia.
-
Fomento de la resiliencia.
-
Prevención de riesgos psicosociales.
-
Calidad de la educación.
-
Desarrollo humano.
El enfoque de Habilidades para la Vida obtiene resultados
positivos en áreas específicas como las siguientes:
-
Educación afectivo-sexual.
-
Prevención del VIH/sida.
-
Educación en competencias ciudadanas.
-
Igualdad de género.
-
Fomento del aprendizaje.
-
Desarrollo de la empleabilidad.
- Prevención de las drogodependencias.
La educación en Habilidades para la Vida persigue mejorar la
capacidad para vivir una vida más sana y feliz, intervenir sobre los
determinantes de la salud y el bienestar, y participar de manera activa en la
construcción de sociedades más justas, solidarias y equitativas.
Junto con las destrezas cognitivas básicas necesarias para
leer, escribir y hacer cálculos matemáticos, la educación en Habilidades para
la Vida es un componente central de la calidad de la educación y del
aprendizaje a lo largo de la vida. Declaraciones internacionales relacionadas
con la promoción de la salud y la política educativa confirman su importancia, animando a los países a
comprometerse con este enfoque.
Ámbitos de aplicación
Desde que en 1993 la Organización Mundial de la Salud (OMS)
lanzara su Iniciativa Internacional proponiendo incluir la enseñanza de
Habilidades para la Vida en la educación formal, se ha convertido en un campo
prometedor de investigación y práctica, con amplia difusión en distintas
regiones del mundo.
El enfoque de Habilidades para la Vida realiza sus
aportaciones en ámbitos como:
- Promoción de la salud.
- Inclusión social.
- Promoción de la convivencia.
- Fomento de la resiliencia.
- Prevención de riesgos psicosociales.
- Calidad de la educación.
- Desarrollo humano.
El enfoque de Habilidades para la Vida obtiene resultados
positivos en áreas específicas como las siguientes:
- Educación afectivo-sexual.
- Prevención del VIH/sida.
- Educación en competencias ciudadanas.
- Igualdad de género.
- Fomento del aprendizaje.
- Desarrollo de la empleabilidad.
- Prevención de las drogodependencias.
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