Bienestar Emocional


El bienestar emocional es un “estado de ánimo en el cual la persona se da cuenta de sus propias aptitudes, puede afrontar las presiones normales de la vida, puede trabajar productiva y fructíferamente y es capaz de hacer una contribución a la comunidad” (Organización Mundial de la Salud). El bienestar emocional habla de construir y mantener relaciones positivas, duraderas y satisfactorias, y sobre todo tiene que ver con una actitud optimista ante la vida.

Disfrutar de bienestar emocional no significa la mera ausencia de alguna patología mental, es mucho más eso. Significa no estar afectado por una enfermedad depresiva, un trastorno de ansiedad, un trastorno de personalidad, una neurosis o una psicosis; pero además el bienestar emocional implica sentirse bien con uno mismo y con los demás.





El bienestar emocional está relacionado de manera muy directa con la autoestima, con la confianza en uno mismo, con la capacidad para afrontar situaciones estresantes y buscar soluciones, con la capacidad para recuperarse de la adversidad.

Las personas que gozan de bienestar emocional son capaces de manejar sus emociones y, por el contrario, no se dejan arrastrar por estas reacciones afectivas casi instantáneas ante un estímulo. La buena salud emocional de una persona se pone de manifiesto por la capacidad para no dejarse atrapar por los estados de ánimo negativos ni dejarse dominar por las preocupaciones.




Autoestima de Mariángeles Álvarez García


Resiliencia


Resiliencia es una palabra que proviene del latín resilire, que significa “recuperar o rebotar”. Capacidad de adaptación, flexibilidad para aprender cosas nuevas, así como sentido del humor, son conceptos íntimamente relacionados con el de bienestar emocional; y, en último término, con la felicidad.

Fue en los años ochenta y noventa cuando el concepto se retomó por la psicología para definir la aptitud de las personas que, tras haber sufrido graves acontecimientos traumáticos (malos tratos en la infancia, pérdidas de los padres, situaciones familiares claramente disfuncionales), eran capaces de mantener un equilibrio mental que les proporcionaba paz y tranquilidad.




La resiliencia de Cecilia Villegas Félix


 Actitud positiva 


La actitud es la manera como cada uno se enfrenta a ciertas situaciones en la vida. Resulta mucho más saludable emocionalmente mantener una actitud positiva. La importancia de una buena actitud frente al mundo te permite afrontar mejor los malos momentos. Es mucho más sencillo superar una situación  cuando piensas que vas a ser capaz de superarla que cuando decides desde un principio que no hay nada que puedas hacer para mejorar la situación, o en su defecto, para aceptar lo que suceda.

Todos podemos tener un mal día, pero sin que eso se convierta en una costumbre. Lo realmente importa, es cómo decidimos ver el mundo que nos rodea. Si decides que eres tú quien tiene la última palabra en si tu mundo es triste, o es un mundo con pizcas de colores aunque el panorama general sea gris. Lo que importa, es el día a día. Conseguir ver las cosas con una actitud positiva aunque sea ligeramente.


La Importancia de la Actitud Positiva de Dr. Gustavo Piñeiro


Importancia de la actitud positiva en los niños


Para el éxito de cualquier objetivo que se propongan nuestros hijos, es esencial mantener una actitud positiva, sin embargo, podemos encontrarnos frente a un hijo inteligente, con buenas aptitudes, pero con una actitud negativa, lo que seguramente le dificultará mucho en su camino o está impidiendo que consiga llegar a su meta. Esto puede ser muy frustrante tanto para el niño como para los padres o profesores, los cuales en su desesperación por ayudar al chico pueden presionar o forzar inútilmente a un cambio de actitud.

Desarrollar una actitud positiva refuerza nuestro poder para hacer frente a los desafíos. Cuando los niños desarrollan una actitud positiva, estarán generando al mismo tiempo una inercia que les ayudará a aliviar las presiones asociadas al crecimiento.



Los niños y niñas que crecen en un ambiente alegre y positivo, tomarán esas actitudes en sus vidas futuras. Si queremos educar a los niños y niñas para que sean brillantes, debemos educarlos en el buen humor, en las actitudes positivas y sanas que fomenten su alegría y su risa.

A veces cuando vemos a personas felices creemos que lo son porque todo les va bien, pero deberíamos pensar que tal vez todo les vaya bien porque son alegres y tienen actitudes positivas como un estilo de vida. La idea es cambiar la mentalidad y dejar de ver la situación como un problema y transformarlo a un desafío. Un desafío que requiere esfuerzo por su parte, pero trae consigo una enorme recompensa.






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